La decisión de partir fue tomada un poco por cosas del destino y un poco gracias a la suerte. Mi hermana mayor, que soñaba con vivir en Francia, cumplió su sueño. En septiembre de 2004 salía rumbo a la ciudad de Lyon a hacer sus estudios y comenzar una experiencia de vida. Pasado 1 año de una buena adaptación y de bellas historias, mi madre decide que llegó el momento de que YO siga los pasos de mi hermana!
Finales del 2005: En ese momento de mi vida, nada me hacía pensar que yo iba a salir de mi Barranquilla natal hacia cualquier punto geográfico que no hiciera parte de Colombia. Estaba estudiando en la universidad, tenìa mis amigos, no trabajaba y cada año podía asistir a los carnavales de mi tierra: la vida era bella! Pero luego de largas conversaciones con mi madre sobre los porqué, cómo y cuándo, he dado el SI! Un “si” que, decía yo, no quería decir que me iban a aprobar la visa ni que me iba a montar en el avión.
En el transcurso del 2006, fueron los preparativos para la visa: papeles, traducciones, sellos del ministerio de la educación, apostillas, curso de francés intensivo. Y lo más difícil (y hasta esto conseguí!): encontrar una familia francesa dispuesta a acogerme en su hogar y darme una remuneración, en contraparte yo cuidaba su hijita al mismo tiempo que aprendía el francés. (Esto es lo que se llama un contrato de “fille au pair” y con el cual se pide, ante la Embajada de Francia, una visa estudiante fille au pair. Este contrato sirve para justificar tus ingresos y alojamiento durante la validez del contrato que es de 1 año en general.)
Noviembre 2006: Después de casi 1 año de preparación y una vez todo los papeles en mano, dirección Bogotá a pedir la cita para la entrevista con la embajada. Una semana después: entrevista. Una semana más tarde: Visa en mano! (Tengo que confesar que en la época el tramite fue largo pero no complicado, actualmente no es el caso)
Una vez esa visa aprobada, esa joven de 21 años que antes no estaba segura de su futuro y que tenía dudas sobre lo que era capaz de lograr, se dio cuenta de la gran oportunidad que la vida le presentó y decidió hacer de esa oportunidad un sueño, una batalla por ganar, una meta a pesar de los obstáculos y la barreras del idioma. Esa joven decidió tomar el avión y cambiar la historia de su vida.
Hoy agradezco a mi madre de haberme empujado a vivir esta experiencia y por el sacrificio de separarse de otra hija, a pesar del dolor que esto nos causa. Y gracias a mi hermana por el coraje que le permitiò realizar su sueño y el mìo tambien.
Me podrias comentar como fue tu experiencia con la Embajada. Qué clase de preguntas te hicieron? Bon courage! Yo también soy de quilla! :)
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