domingo, 13 de febrero de 2011

Choque cultural

La adaptación a un nuevo país está llena de paciencia y desafíos. A veces uno piensa estar preparado hasta que se enfrenta a la realidad. Hoy les quiero hablar de algunos choques culturales que yo enfrenté, sobre cosas que parecen banales pero que nos recuerdan que la aventura ha comenzado. Usted se da cuenta que está viviendo un choque cultural cuando:
 Uno no entiende el idioma de la gente hablando alrededor suyo. En mi caso a pesar de haber estudiando un año entero de francés (en los cuales 6 meses fueron intensivos en la Alianza Francesa) y a pesar que yo no me consideraba mala en mi francés, nada que hacer. No había una sola frase completa que pudiera entender aparte del famoso “Salut, ¿ca va?”. En una conversación solo era capaz de pescar las pocas palabras del vocabulario que había aprendido sin por lo tanto comprender de qué se hablaba.  Hoy les puedo decir que mi nivel era demasiado básico.
Uno no sabe como tomar solo el tren, el metro, el bus o el tranvía: Donde están las paradas?, cuál tomar para llegar a la destinación?, donde bajarme? Aquí les dejo algunas cifras para que se imaginen la densidad del sistema de transporte, solo Paris y sus alrededores.
               Metro: compuesto de 14 líneas, 3oo estaciones y donde cerca de 1,4 mil millones de personas son transportadas al año. Ningún lugar de Paris se encuentra a más de 5oo metros de una estación, es uno de los sistemas de metro más denso del mundo.
               Bus: 351 líneas de bus de las cuales 51 son líneas nocturnas, cerca de 12ooo paradas, 43oo buses, 3oooo conductores y cerca de 1,1 mil millones de viajeros al año.
               Tren: 5 líneas de tren. Por una línea: 207 trenes, 46 estaciones, 5,5 millones de viajeros al año.
               Tranvía: 3 líneas, 56 paradas y 284ooo viajes al día.
Uno no tiene ni idea de cómo llegar a una dirección cualquiera: sobre todo si las calles como en Paris no están organizadas! Cada calle tiene un nombre y no números, estos nombres no tienen nada que ver los unos con los otros. Además las calles están construidas en forma de telaraña. Entonces imagínese buscando una calle, sin la facilidad del idioma para pedir ayuda y cruzando en una calle equivocada que lo alejó totalmente de la dirección buscada!
Uno camina y queda maravillado con el nuevo paisaje que lo rodea, Paris es una ciudad que posee mucha historia, con una arquitectura sin igual, con sus puentes, el rio Sena, su cielo gris, sus famosos monumentos, sus museos, sus parques, sus patios y terrazas. Aun hoy sigo maravillada, cada vez que camino las calles descubro nuevas cosas y pienso en la suerte que tengo de poder “vivir ésta ciudad”. Cuando el momento de partir llegue, me va a dejar un vacio en el alma.
Uno empieza a tener amigos de diferentes nacionalidades y a aprender de sus historias: Durante mis estudios de francés nos encontrábamos unos 15 estudiantes y unas 10 nacionalidades. Una pequeña lista de los países de personas que recuerdo haber encontrado: China, Japón, Bielorrusia, Rusia, Polonia, Uzbekistán, Macedonia, Argelia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Ucrania, Bosnia, Brasil, Rumania, Venezuela, Méjico, España.
En fin, uno empieza a vivir experiencias diferentes y afortunadamente no hay nada que el tiempo no le ayude a uno a superar las dificultades. La barrera del idioma se va perdiendo à medida que el oído se acostumbra y que los estudios de francés avanzan. A fuerza de montarse en los medios de transporte, de caminar, de descubrir y hasta a fuerza de perderse, uno llega al fin a ubicarse, a conocer su camino de todos los días y uno empieza a conocer su barrio. Y por supuesto, vivan las nuevas tecnologías y el internet y gracias google map!
Su pequeño mundo se va construyendo, lentamente se crean lazos de amistad y se descubren los lugares preferidos. No olvide que se tiene la oportunidad de dejar atrás los defectos y errores y que adaptarse toma tiempo, solo hay que armarse de paciencia.

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